Antes de comenzar a exponer la reflexión final sobre mi periodo de prácticas, es necesario mencionar varios aspectos: 

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   En primer lugar, el Centro Escolar donde he realizado estas prácticas ha sido el C.E.I.P. Santísimo Cristo de la Sala, situado en el municipio de Bargas. Este colegio me ha recibido con los brazos abiertos, ya que he vuelto a repetir la experiencia de las prácticas un año más. 

 

    Durante un año el centro no ha variado mucho la platilla docente, pues, aunque actualmente siguen varios de los profesores que me dieron clase cuando aún era alumna, la mayor parte de la plantilla son profesores jóvenes, dispuestos a trabajar muy duro con el fin de conseguir que sus alumnos adquieran los objetivos previstos en su proceso de enseñanza- aprendizaje. Además, es necesario mencionar que todos los profesores han tenido un trato agradable y amable conmigo, facilitándome material e información, así como estando dispuestos a solucionarme las dudas, y, ayudándome en todo lo posible. 

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    En cuanto al alumnado, al haber podido rotar por los diferentes niveles de Primaria he podido ver cómo la mayor parte están dispuestos a aprender e informarse sobre nuevos contenidos, donde la motivación y las ganas por aprender siempre están presentes. Durante esta rotación he podido ver muchísima diferencia entre los cursos más altos, y los más bajos, desde 6º hasta 1º de Educación Primaria, donde en cada uno se lleva a cabo un proceso de enseñanza- aprendizaje totalmente diferente, y en el que hay que estar pendiente de las características psicológicas del alumnado, con el fin de que éste avance, y consiga alcanzar los objetivos de la etapa. 

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   Al comienzo de las prácticas, las cuatro primeras semanas las pasé en mi clase asignada, pero, conforme pasaron esas semanas, fui rotando por los diferentes niveles de la Educación Primaria. Al volver a 1ºA, me pude centrar realmente en su alumnado, siendo 24 los niños matriculados en este nivel, donde, aún siendo un número elevado, se pueden realizar perfectamente las sesiones en el tiempo y en el día programados. Al principio no sabía si lo que les explicaba lo entendían, si me explicaba bien, si era correcta mi metodología, etc, pero, conforme han ido pasando los días, he podido ver cómo los contenidos que he explicado han sido entendidos, algo que he podido comprobar cuando corregía sus exámenes. Además, es importante mencionar que, todos y cada uno de ellos han facilitado mi estancia en el aula, y han conseguido que disfrute cada día de mis prácticas. Los alumnos y yo hemos compartido tutora, y ha sido un placer poder trabajar a su lado, pues, desde el primer momento, ha habido buena comunicación entre nosotras, estaba pendiente por si necesitaba ayuda en cualquier ámbito, me ha facilitado todos los documentos que necesitaba..., es decir, ha contribuido en mi paso por el colegio de una manera excepcional. 

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     Para finalizar, me gustaría añadir lo afortunada que he sido al poder llevar a cabo mis prácticas en el centro educativo donde yo misma me he formado. De él me llevo un buen recuerdo y unas buenas lecciones de todos sus componentes. He podido ver cómo es trabajar con niños de diferentes edades, y, con niños de diferente personalidad y niños con diversas necesidades educativas, donde todos y cada uno de ellos tienen una única meta, y es aprender día a día. 

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La vida del docente no es únicamente su trabajo en el aula, ni hacer exámenes, ni tener 3 meses de vacaciones, sino saber comprometerse con sus alumnos, para poder hacerles alcanzar sus metas, y hacerles desarrollarse como personas.

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Gracias.